"Una mujer camina sola por la Avenida Marítima antes del amanecer. Voy camino del aeropuerto y estoy sentada en el asiento trasero de un coche. La miro: viste elegantemente y lleva tacones. Se cruzan nuestras miradas..." (escribir un relato que no supere las 155 palabras).
...Y me veo en sus ojos. ¡Soy yo! Mi mente se dispara intentando entender...Como hace días, cuando supe que era adoptada.
Arriesgándome a perder mi vuelo le digo al taxista que pare. Debo hablar con ella.
Salgo del coche a su encuentro. Se gira y me observa: primero, curiosidad. Después, asombro.
Superada la impresión inicial, conversamos: es palmera y vive aquí hace semanas. Ahora está volviendo de un viaje a Madrid.
Curioso...a Madrid pretendo llegar hoy...
Intercambiamos contactos, pero anoto su número y...¡es el mío!
Levanto la vista y ya no está. Tampoco el taxi. Y entonces, un sobresalto: ¡el despertador!
Me levanto y me lavo la cara: el agua desincrusta el sueño totalmente, que resbala por mi piel y se pierde para siempre desagüe abajo.
Evoco mi conversación con mamá: punzada en el estómago...el secreto duele al asomar.
- Vuelve en tí, anda...
Llamo a un taxi. Me voy a Madrid.
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