Un niño de cinco años con un globo recién comprado. El globo representa el castillo de Elsa (Frozen). El niño se despista y el globo vuela lejos y se pierde en el cielo... (Escribir un relato de no más de 155 palabras).
(...)
- Mamá...
- Bueno, le has liberado, viajará a donde quiera.
- ¿Y si lo derrite el sol?
- Verás...Una vez un señor, Dédalo, fue apresado con su hijo Ícaro. Dédalo era muy listo y fabricó unas alas de madera y plumas que pegó con cera. Pero la cera se derrite con el calor...
Le puso las alas a Ícaro y le advirtió que si volaba bajo, caería al mar. Y si volaba alto, se quemaría con el sol.
Ícaro voló pero al ver el sol, tan hermoso, quiso tocarlo. La cera se derritió y el muchacho cayó al mar y se ahogó.
Muchos creen que Ícaro fue tonto, pero yo pienso que fue tan feliz, que mereció la pena. Era libre.
Así que si tu globo decide viajar por el mundo, bien por él. Y si decide acercarse al sol, bien por él ¿Qué opinas?
- Que quiero volar.
La madre ríe, divertida:
- Volarás, sé que volarás.
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